CAPÍTULO 02 APROXIMACIÓN A UNA IDEA DE DIOS

 




 

Para hablar rigurosamente de la idea de Dios, habría que escribir un libro completo, cómo ya existen varios, por eso la intención de este capítulo es compartir unas pocas ideas que no son comúnmente reflexionadas en nuestra vida cotidiana y así aportar al objetivo final de este conjunto de escritos que es brindar herramientas para el conocimiento de nosotros mismos. 

 

Cuando se habla de Dios, se habla de los más íntimo de nosotros mismos, de este modo espero que tomes este escrito de forma general, y tomes aquello que resuene contigo, no intento cambiar tus creencias ni debatirlas. 

 

Por último, quiero indicar que estas líneas son muy profundas y sintéticas, por lo que recomiendo una lectura lenta y pausada.  Tiene un gran valor reflexionar de forma profunda sobre Dios. 

 

-       ¿Pensamos en Dios con la mente concreta o con la menta abstracta?

 

En un curso escuché que Dios es una fuente infinita de amor y sabiduría y que la mente humana es finita, por tanto, es incomprensible para nosotros. Que inclusive la palabra Dios se queda corta para definir algo tan magnificente. 

 

En parte tienen razón, porque la gran mayoría de personas, ha dejado a un lado la mente trascendente (mente profunda) y no solo queda imposible de alcanzar la idea de Dios desde la mente concreta (mente superficial) sino que vivir una vida sin sentido y de forma superficial es lo que el pensador Rudolf Steiner describe como una sociedad que ha matado a Dios.  

 

Si estás leyendo estas líneas, pero sobre todo si has iniciado el viaje de reflexión profunda sobre la idea de Dios, considérate perteneciente a un muy reducido grupo de personas que lo afrontan, y considérate un afortunado por tener la capacidad reflexiva de tomar un tema que es tan comúnmente nombrado, pero tan poco reflexionado de forma profunda. 

 

-       Las partes de Dios y sus características

 

Cómo vimos en el capítulo anterior, antes del Big Bang sólo existía la nada, pero hoy sabemos que existe el universo. Para decir lo mismo con otras palabras podríamos decir que la nada corresponde a lo inmanifestado y el universo corresponde a lo manifestado. En ese sentido los sabios nos indican que hay algo que contiene los dos estados: Lo inmanifestado y lo manifestado. A ese algo lo han llamado el ABSOLUTO.  

 

Cómo sabemos el universo está en expansión, es algo en movimiento, cambiante, es decir, que lo manifestado está en evolución.  En sentido opuesto lo inmanifestado es algo fijo, es la nada que a su vez lo es TODO, y en ese orden de ideas es el máximo nivel de consciencia que está en perfecto equilibrio.  La idea que trato de describir es que el ABSOLUTO tiene una parte que evoluciona y una parte que no cambia.  Y con esto empezamos a mirarnos a nosotros mismos pues tal como el ABSOLUTO, nosotros los seres humanos, estamos compuestos por una parte que evoluciona y cambia que podríamos llamar la apariencia y una parte que es eterna y estable que podríamos llamar esencia.  De ahí que la frase: “estamos hechos a imagen y semejanza de Dios” concuerde perfectamente. 

 

-       ¿Hasta dónde llega DIOS?

 

No obstante que el ABSOLUTO tiene los dos estados, manifestado e inmanifestado, es importante resaltar que la nada lo ocupa todo y cómo habíamos dicho en el capítulo anterior, la mejor forma de acercarnos a la idea de nada es pensar en el vacío.  En ese sentido la ciencia ya ha confirmado que gran parte del universo está compuesta de vacío.   Lo que quiero expresar es que el estado puro del ABSOLUTO -lo inmanifestado- está presente en toda la manifestación. Dicho de otra manera, aunque exista la evolución en el universo y sea algo cambiante, siempre encontraremos la esencia de Dios en cada átomo que lo compone (Así lo afirma Helena Blavasky en la Doctrina Secreta).

 

Para comprender un poco la idea anterior, pensemos en un coliseo muy grande que está vacío, luego en él se instala un tapete o una alfombra pequeña y luego sobre la alfombra se pone una silla.  Así, el coliseo vacío representa lo inmanifestado, el tapete representa el lote donde surgirá la creación y la silla representa el universo.  Podemos imaginar como el “vacío” del coliseo acompaña el tapete y la silla, los envuelve, los rodea y convive con ellos. 

 

-       ¿De qué tamaño son los componentes de DIOS?

 

Con esa figura mental del ejemplo anterior quiero compartir que: el estado inmanifestado es supremamente mayor que el estado manifestado. De hecho, lo llaman “estado supra infinito de insubstancia primordial”, también estoy diciendo, con el ejemplo del tapete que la creación tendrá un límite, es decir, el universo, aunque parezca infinito, no lo es y no lo será, por más que siga expandiéndose.  Es más, tal como lo informaron los sabios y ahora lo confirma la ciencia, el universo que se encuentra en expansión, llegará a un punto máximo y luego iniciará una etapa de contracción. 

 

Podemos imaginar que la silla que representa la creación está en permanente contacto con el vacío del coliseo que lo acompaña, y rodea perfectamente. 

 

-       ¿Definición de Dios o definición de Esencia de Dios?

 

Aunque es un ejemplo muy básico esto nos puede ilustrar la siguiente definición de Dios: “Aquello que no tiene origen, pero es origen de todo lo originado y está presente inmanente en todo lo originado” (Adaptación de definición de San Juan de la Cruz).

 

Reflexionado un poco sobre esta definición, lo que San Juan de la Cruz llama Dios, sería lo que en este capítulo estamos llamando la nada, o esencia de Dios (metafóricamente sería lo que el Dr. Joe Dispenza llama el campo cuántico unificado de todas las posibilidades).

 

De acuerdo a esta definición podríamos pensar que la esencia de Dios es la nada en prefecta simetría con máximo nivel de conciencia, que no tiene origen, pero donde se ha originado la creación y a su vez la acompaña.

 

-       ¿Dios impersonal o Dios personal?

 

Las reflexiones sobre Dios compartidas hasta aquí son muy abstractas, lo que describirían a un Dios impersonal.  Pero abriendo un poco la mente y cómo compartimos en el capítulo anterior, en el estado inmanifestado se encuentran todas las características en pares de opuestos totalmente en equilibrio (que en sánscrito lo llaman Tattvas) y uno de estos pares de opuestos es: “Dios impersonal y Dios personal”, lo que quiere decir es que Dios puede tomar estas dos características que están en perfecto equilibrio. 

 

Sobre la idea de un Dios personal, podría ser la imagen de un viejito con barba que camina sobre las nubes, pero este concepto de Dios personal solo tiene cabida para los que, metafóricamente hablando, están en los cursos de guardería o prejardín infantil en materia de reflexión espiritual.   

 

No obstante, es comúnmente aceptado y evidenciado en testimonios de personas que expresan la capacidad de hablar con Dios, pedirle o agradecerle, o experimentar el amor incondicional de un padre como experiencias muy comunes que describen la manifestación de un Dios personal. 

 

-       ¿Hay algo más grande que Dios?

 

Una de las preguntas que me invitó a reflexionar sobre la idea de Dios, fue. ¿Existe algo más grande que Dios?

 

Y la respuesta que he encontrado, y que parece lógica es: “no existe nada más grande que Dios”

 

Pero esa respuesta también nos lleva a implicaciones de las que no quisiéramos escuchar. 

 

Pensemos por un momento que el excremento, la oscuridad no son Dios, pensemos que Dios es solo lo que humanamente consideramos bello, como las flores o un abrazo. En ese orden de ideas podríamos reunir en un conjunto (como cuando estábamos en el colegio) todas las cosas que si son Dios y en otro conjunto las cosas que no son Dios.

 

Obtendríamos dos conjuntos, pero también obtendríamos una respuesta: si hay algo más grande que Dios, que lo conforma el Conjunto Universal, compuesto por el conjunto de lo que es Dios sumado al conjunto de lo que no es Dios. 

 

-       ¿Lo “malo” también es Dios?

 

Es realmente aterrador cuando se reflexiona por primera vez que elementos como la bomba atómica, las balas, violaciones, asesinatos, miedo también son Dios, pues hacen parte de la existencia, de lo manifestado y por tanto hacen parte del ABSOLUTO.

 

Al respecto hay que comprender que: lo manifestado está en evolución, está en movimiento y en su camino está pasando de lo más denso a lo más sutil, de la oscuridad a la luz, del miedo al amor.  Prueba de ello es la evolución del planeta Tierra, que ha pasado de manifestaciones muy densas, como los minerales, al reino vegetal, animal y luego al ser humano.  Y aunque en esta sociedad se vean acciones aterradoras, no quita la prueba de que en el planeta Tierra hemos pasado de estados más densos ha estados más sutiles. 

 

La evolución es imparable y natural y tanto la evolución de las especies, la evolución del ser humano y la evolución de Dios es eso, pasar de lo denso a lo sutil, de la oscuridad a la luz y del miedo al amor.

 

-       ¿Entonces estamos ante un Dios y una creación determinista?

 

De cierto modo si, pues como lo hemos nombrado, la evolución es imparable, pero desde otro punto de vista no es determinista, pues la parte de Dios que se manifiesta y está en evolución camina por rumbos no recorridos y existe el libre albedrio, es decir, que la evolución es imparable, pero “cómo” evolucionemos y cuanto nos tardemos es lo que lo hace “no determinista”.  

 

-       ¿Qué peso tiene la esencia y que peso tiene la apariencia?

 

Para mayor tranquilidad es preciso indicar que, así como los seres humanos nos componemos de esencia y apariencia; esta última, es decir, lo manifestado es realmente ínfimo en comparación a la grandeza de lo inmanifestado o esencia.  A manera de ejemplo lo manifestado podría representar un 1% de lo que verdaderamente somos (tomado de metáforas que nos comparte la Kabbalah). 

 

Así las cosas, tomando la ley de correspondencia de las leyes universales del universo descritas en el Kybalion: “como es arriba es abajo”, esta idea también representa lo que ocurre con el ABSOLUTO, que tiene un componente de esencia inmensamente grande en comparación con el componente que se encuentra en evolución, la manifestación. 

 

-       ¿Entonces en el ABSOLUTO también hay maldad?

 

Podríamos decir que, en esta creación existen seres que realizan actos que consideramos maldad.  Debido a que la evolución del universo no tiene un camino determinista y depende del libre albedrío que tomemos, hay seres que han elegido ir por un camino contrario a la evolución.  Estos seres son llamados seres involutivos y también hacen parte de la manifestación. 

 

Es imposible que los seres involutivos detengan la evolución, pero si pueden distraer otros seres y si pueden hacer más lento el proceso.   Entonces, para cada individuo hay la libertad para caminar en el sentido de la evolución o en contra del sentido de la evolución y es donde aparecen los actos de maldad.  

 

Lo cierto es que en la manifestación existen los seres evolutivos y los seres involutivos, lo que nos llevaría a la idea que los actos de maldad también hacen parte de Dios.

 

-       ¿Qué tan grave es que la maldad también haga parte de Dios?

 

Realmente es muy complejo asociar a Dios con los actos de maldad, pero la cosa no es tan grave.  Por un lado, podríamos decir que en la esencia de Dios no hay manifestaciones de maldad, está el TODO en perfecto equilibrio.  

 

Como lo decíamos, a manera de ejemplo, lo inmanifestado es inmensamente mayor a lo manifestado.   En este caso los actos de maldad quedan reducidos a la manifestación que es un componente muy pequeño en comparación con la esencia de Dios. 

 

Pero además podemos salir al campo y ver hacia las estrellas, ver la inmensidad del cosmos y darnos cuenta que los actos de maldad que vivimos en este planeta serían imperceptibles para cualquier estrella que vemos en el firmamento.   No quiero decir que los actos de maldad no sean importantes en la evolución del ser humano, sino que, si cuantificamos el universo, es decir, la creación y la comparamos con los actos de maldad, realmente serían insignificantes. A manera de ejemplo: sería como un estadio completamente lleno que representa la creación y en él asistiera una persona con un lunar en su rostro. Para esta persona el lunar puede ser muy importante, pero para el estadio realmente sería imperceptible. 

 

-       ¿Por qué existe la maldad en la creación?

 

Es un misterio que no estoy en capacidad de responder, pero si puedo indicar que la evolución tiene etapas y en los primeros estados, la vida es más densa, más oscura y con más miedo, y en el libre albedrío los individuos que caminan en esta existencia en búsqueda de su bienestar toman decisiones en contravía y experimentan lo que conocemos como maldad.  Pero es solo una etapa o estado de la evolución que no será eterno ni permanente.  Pues en los estados más evolucionados lo que se experimenta es: sutileza, luz y amor.

 

-       ¿Por qué Dios decide manifestar la creación?

 

Primero que todo, la creación no es una decisión de la esencia de Dios, es un proceso natural, como un niño no decide convertirse en joven o como un bebé no decide respirar al nacer.  Es más, los antiguos llamaban la creación Brahama o aliento de Dios.  Podemos imaginar que la creación es una respiración de la esencia de Dios, cuando exhala nace el universo y llegará un momento en que empezará a contraerse y regresará al punto donde inició y en este ejemplo sería lo que se representa con la inhalación de la esencia de Dios. 

 

-       ¿Entonces DIOS aumenta su nivel de consciencia?

 

Si la esencia de Dios contiene TODO. ¿Puede aumentar su nivel de consciencia? La respuesta es: no, porque tiene todo el nivel de consciencia.

 

En ese sentido ¿para qué experimentar la creación, si no se va a aumentar el nivel de consciencia?

 

 

Para entenderlo pensemos en nosotros mismos, que tenemos un nivel de consciencia determinado. Sabemos que nuestro nivel de consciencia cambia en la medida que aprendemos o trasformamos nuestra percepción.  El crecimiento de consciencia llega por dos vías, las armoniosas, por ejemplo, de una plácida conversación con un amigo o distópicas por ejemplo al vivir una enfermedad. Pero puede transcurrir un día de nuestra vida y específicamente no haber cambiado para nada el nivel de consciencia.  Entonces imaginemos que nosotros visitamos un pueblo, vivimos el clima, admiramos la arquitectura, nos interrelacionamos con algunas personas, experimentamos contacto con la naturaleza y volvemos.   

 

En ese ejemplo en particular, supondremos que no tuvimos experiencias que aumentaran nuestro nivel de conciencia, es decir, volvimos a nuestro hogar con el mismo nivel de consciencia, pero lo que sí podemos decir es que lo que somos se expandió a ese pueblo y “toco” personas y naturaleza. Es decir, nuestra consciencia se expandió.   Lo mismo le ocurre a la esencia de Dios, no puede aumentar su nivel de consciencia, pero si puede expandir su consciencia. 

 

-       EN SINTESIS

 

El sentido inevitable de la evolución es que, a través de la presencia inmanente de la nada, es decir de la esencia de Dios, lo manifestado vaya transformándose de lo más denso a lo más sutil, de lo oscuro a lo luminoso, del miedo al amor.  Y este impulso no tiene reversa, es imparable y natural. 

 

Es decir que, aunque en la creación experimentemos situaciones que son densas, miedosas, violentas, hay que tener en cuenta que es un proceso natural de una ínfima parte de lo que es Dios, que está experimentando la existencia y que tiene un sentido, el sentido de la evolución o como llaman los chinos el “Tao”. 

 

Así las cosas, Dios es el ABSOLUTO, es la suma de lo inmanifestado y de lo manifestado, tiene un componente supra infinito que es su esencia y un componente menor que está en evolución que es el universo que conocemos.

 

Por lo anterior, y aquí va otro aspecto del propósito de estos capítulos, como el universo hace parte de Dios, y nosotros somos parte del universo, quiere decir también que nosotros hacemos parte de Dios y estamos unidos a su esencia. 

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